¡Buenas! ¿Cómo están?
En País Difícil analizo de qué están hablando los medios que me gustan y los periodistas de los que se pueden sacar sospechas (de todos, pero me refiero a los que me inspiran ideas). Esta semana hay un tema sobre el que giran muchos análisis: el anuncio de Milei del superávit fiscal (0,2% del PBI en el primer trimestre del año).
Para empezar voy a decir que un país es como una familia (a algunxs les aguantan cosas y a otrxs no).
Cadena nacional
Milei habló el lunes -por 4ta vez- en cadena nacional. En promedio, una cadena por mes de gobierno. Un repaso:
20/12/23: anunció el megadecreto de desregulación económica.
30/12/23: dio un mensaje de fin de año.
01/03/24: convocó al pacto de mayo en la apertura de sesiones ordinarias.
23/04/24: comunicó un superávit fiscal de 0,2% del PBI en el primer trimestre del año.
En la cadena nacional del lunes no estuvo solo cuando dijo, entre otras referencias bíblicas, que “este milagro económico responde a la motosierra”. Aquí su cortejo:
Para empezar, dos preguntas:
¿Qué es el superávit fiscal?
Cuando el Estado gasta menos de lo que recauda.¿Cómo se mide?
De dos maneras:Superávit primario, que analiza la diferencia entre gastos y recaudación sin contabilizar el pago de la deuda (este es el que mira el FMI para ver si se cumplen o no las metas).
Superávit fiscal o financiero, que sí incluye el pago de la deuda (es el que anunció Milei).
Ese superávit financiero de 0,2% del PBI representa 276.638 millones de pesos, unos 250 mil USD. Según Pagni, Milei festejó el anuncio con una palabra que podría sintetizar todo el tono del discurso: “Hazaña”.
Surgen dos preguntas interesantes que van a acompañar esta edición de País Difícil:
¿Cómo se logró gastar menos de lo que ingresó?
¿Las medidas que llevaron al superávit son sostenibles?
Javier Milei dijo que el superávit fiscal se logró usando más la motosierra que la licuadora. Es decir, recortando presupuestos más que licuando sueldos y jubilaciones. Iván Schargrodsky no está de acuerdo con esto y, en su Off the record en Cenital, dijo que la licuadora es la principal causa del primer superávit fiscal en más de quince años porque:
La reducción real de las jubilaciones explica el 45% del ajuste: licuadora.
La reducción de la obra pública explica el 20%: motosierra
Podríamos jugar a un juego del estilo piedra, papel o tijera, pero con motosierra, licuadora o energía. Todavía estoy pensando las reglas, pero lo cierto es que la motosierra elimina la obra pública y el presupuesto docente y universitario. La licuadora desvaloriza los sueldos y las jubilaciones. ¿Y la energía? Cuenta Pagni que el lunes de esta semana Daniel Vila, uno de los dueños de Edenor, “planteó la inconsistencia del financiamiento de la energía eléctrica y explicó un enorme desbarajuste”. En pocas palabras dijo que “el atraso tarifario para la distribución hace que muchas distribuidoras no le paguen al que vende la energía eléctrica, que es Cammesa, una empresa controlada por el Estado. Y a su vez Cammesa no le paga a los generadores. Y los generadores eléctricos, que están endeudados con bancos y fondos de inversión, empiezan a generar preocupación en esas entidades financieras al especularse con un posible default de la deuda por la falta de pago del Estado”. Pagni concluye: “Es evidente que parte del superávit que está mencionando el presidente Javier Milei consiste en no pagar la producción de energía. ¿Cuánto tiempo puede seguirse en esa línea? Muy poco tiempo, sobre todo si no se quiere producir un problema financiero”.
Acá tendríamos una posible respuesta a la primera pregunta que hice más arriba (¿cómo se logró gastar menos de lo que ingresó?). El gobierno recorta, licúa o patea pagos para adelante.
Acá se abre paso la segunda pregunta: ¿cuánto puede durar este superávit de 0,2% del PBI? En principio, podríamos pensar que el superávit dura lo que dura no pagar la luz, no recomponer sueldos y no aumentarle a los jubilados que, según Pagni, cayeron un 46% desde jul-23 hasta feb-24.
Para Schargrodsky esa “buena noticia” que dio Milei es de muy corto alcance y, por su parte, Pagni se pregunta: “¿Cuánto tiempo más pueden vivir los jubilados con esta remuneración? ¿O va a haber que recuperarla? Entonces, ¿cómo se ve el gasto de acá a unos meses? De nuevo: ¿qué consistencia tienen los números que estamos celebrando?”.
Entonces, en este contexto de caída de los bienes de capital (indicador de caída de la actividad industrial), de la obra pública y del consumo, Schargrodsky se cuestiona lo que nos cuestionamos muchos: “¿Está el cambio de humor social a la vuelta de la esquina o Milei, efectivamente, quebró culturalmente a la mitad de la Argentina? La misma pregunta se hacen en el Gobierno”.
La marcha universitaria del martes, que fue multitudinaria, sería un indicio para pensar que ese quiebre cultural no se dio. ¿Tanta gente en todo el país defendiendo la educación pública habrá afectado la imagen positiva de Javier Milei? Lo cierto es que, aunque la primera reacción de Milei fue postear un león tomando “lágrimas de zurdos”, después acusó el golpe y cambió a la persona que negocia con los rectores de las facultades: de ahora en más será el secretario de Educación, Carlos Torrendell en vez del subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. Con respecto a las protestas universitarias, hace más de un mes Horacio Verbitsky decía esto (miren qué vaticinio): “(…)Un ejemplo que circuló en la semana, refiere que la Universidad de Villa María recibió una factura de electricidad de 20 millones de pesos en un mes, cuando su presupuesto anual es de 35. Quienes manejan ese dato, creen que el estallido social comenzará en las universidades, a la chilena.”
Volviendo a la imagen positiva del Presidente. Desde que asumió disminuyó un poco, pero todavía su aceptación se mantiene estable y eso hace pensar que todavía no hay definiciones. Pero esa imagen positiva en algún momento tendrá que sostenerse en algo más que expectativas. Por ejemplo, ¿cómo tomarán los trabajadores y la opinión pública que el gobierno vuelva a cobrar el impuesto a las Ganancias? El Estado mejoraría su recaudación (a favor del superávit), pero aumentando impuestos. “Los mismos que el lunes el Presidente prometió reducir”, dice Iván en su off the record.
Hablando de la percepción de la gente, Pagni comparte una encuesta de Poliarquía y dice: “La caída de la inflación es objetiva. Pero claro, la contracara de esa caída de la inflación es una caída brutal del nivel de actividad, del dinamismo de la economía”. En definitiva lo que marca esa encuesta es que:
Ya no preocupa tanto la marcha de los precios. Preocupa la desaparición del empleo.
Ya no preocupa tanto no llegar a fin de mes con el salario. Preocupa no tener salario.
Las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, que están muy ajustadas por el aumento de los costos energéticos y con muy pocas ventas, tienen que ajustar la cantidad de personal. Esto amenaza el nivel de empleo.
En la cadena nacional el Presidente dijo algo que a todos nos llamó la atención. Habló de 60% de pobreza, pero los números del Indec hablan del 48%. ¿Se equivocó con el número o es lo que él prevé que puede pasar?. Volvemos a la pregunta de Schargrodsky: “¿Está el cambio de humor social a la vuelta de la esquina o Milei, efectivamente, quebró culturalmente a la mitad de la Argentina?”
Entonces, ¿qué festeja Milei?
Las razones de Carlos Pagni en pocas palabras:
Que bajó la inflación (de 25% en nov-23 a 11% en mar-24).
Que bajó el déficit fiscal (superávit de 0,2% del PBI).
Que subieron las reservas del Banco Central (de -11.853 dic-23 a -2.613 millones de USD en abr-24).
Que bajó el riesgo país (un 49% desde nov-23 hasta abr-24).
Conclusión de Pagni: Argentina recupera capacidad de pago de títulos y lo festejan los mercados financieros y Javier Milei. Ejemplo de este festejo es que los inversores financieros -en la reunión del banco J.P. Morgan durante la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, que se celebró la semana pasada- eligieron a la Argentina como el país más atractivo para inversiones financieras:
Argentina aparece con un 28% de preferencia.
Turquía con un 23%.
Egipto con 15%.
Venezuela con 7%.
Pagni advierte: “No hablamos de economías sólidas sino de aquellas en las que el mercado financiero presume que hay mejores rendimientos”.
Acá, inevitablemente, hay que volver a esa pregunta sobre si es una situación sostenible o no. En su columna de La Nación, Pagni habla de optimistas y de los que dicen que no es sostenible.
“Quienes están entusiasmados con el futuro, coinciden en que hay bastante consistencia ya que va a ser muy difícil que el Gobierno en poco tiempo pueda volver a gastar en obra pública. Es un gasto fácil de suspender. Ha habido un recorte en los programas sociales intermediados por organizaciones sociales que significa un recorte real del gasto. Y la licuación de las jubilaciones promete un equilibrio en el sistema previsional por un tiempo bastante aceptable. Es decir, hay recortes que ha hecho el Gobierno que permiten pensar que esta situación fiscal -más saludable, consistente y menos desequilibrada- se puede prolongar en el tiempo”.
Los que dicen no (y es importante porque se trata de liberales). Pagni los cita:
El economista Carlos Rodríguez (ex asesor de Milei): “Este es un ajuste hecho a los hachazos, insostenible”.
El economista ortodoxo, Miguel Ángel Broda, señaló hace tres semanas: “Este ajuste es inconsistente e insostenible porque es muy tosco”. Consiste en cortar todo, sentarse sobre la caja y eso se vuelve después insostenible para el funcionamiento del Estado.
Un grupo de profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se pregunta: “¿Se puede seguir administrando la universidad con el presupuesto del año pasado y estos niveles de inflación?” Esos profesores dicen “no”.
Conclusión:
Más allá de optimistas, pesimistas o realistas, ¿cuál sería el motor que provocaría el crecimiento en V (caer, tocar fondo y subir con todo) que pregona el Presidente? Podríamos buscar la respuesta a esta pregunta en interrogantes que se plantean los economistas Carlos Rodríguez y Marcos Buscaglia y que Pagni retoma:
¿Se puede apostar al consumo con este nivel de depresión del salario? ¿Puede ser la locomotora que nos saque de este nivel espantoso de recesión?
¿Y la inversión? ¿Hace falta invertir en un país con un derrumbe en el nivel de actividad que deja ociosa una capacidad instalada muy extensa?
¿Hace falta que las empresas locales o extranjeras vengan a poner plata en un país que está sobreinvertido para el nivel de actividad que tiene?
¿Quién va a comprar una máquina? ¿Quién va a ampliar una planta cuando está produciendo a la mitad o menos de su capacidad?
¿Va a haber la suficiente entrada de dólares para que se pueda normalizar el sistema y que el que invierta pueda, por ejemplo, remitir dividendos, y para que se sepa el valor de una variable crucial como es el tipo de cambio?
No es menor pensar todo esto en un contexto donde al gobierno le está costando mucho conseguir dólares. Horacio Verbitsky en su columna del domingo de El Cohete a la Luna (si bien se centró en la interna peronista) insiste en marcar la negativa del Fondo para ampliar nuestra deuda (los famosos 15 mil millones USD de los que venimos hablando en este newsletter) y analiza: “La solicitud de ingreso de la Argentina a la OCDE y a la OTAN no compensa la sonora negativa del FMI a ampliar el endeudamiento argentino como pretende su gobierno. Según Infoemba (NdelR: Infobae + Embajada= Infoemba), que tiene cómo saberlo, el jefe de gabinete y el Ministro de Economía peregrinaron hasta Langley para pedir la intercesión de la CIA ante el Fondo”. Y agrega que Martín Granovsky en su libro La Embajada “explicó el mecanismo por el cual distintos gobiernos de la Argentina acomodan sus políticas a los deseos de Washington, pero no son recompensados como esperan porque en la lógica del imperialismo, sólo están haciendo lo correcto, en su propio interés”.
Preguntas de despedida: Después de (o tal vez durante) la liquidación del campo y con una inflación de entre 10% y 11% y un dólar que se ajusta un 2% mensual: ¿Se viene otra devaluación? Si el gobierno devalúa ¿la recuperación que promete Milei se postergaría? ¿Sin recuperación en V seguirá el acompañamiento de la gente?
Saludos, Nico.