País Difícil - #22 El Congreso se reacomoda después de las derrotas del oficialismo: Milei se acerca a Macri, Kicillof denuncia un pacto de la milanesa y CFK pone paños fríos en el Senado.
Semana del 02 de septiembre
¡Buenas! ¿Cómo están?
En País Difícil de hoy veremos lo que dejaron las derrotas parlamentarias de Milei (tanto en Diputados con el DNU de la SIDE como en el Senado con la reforma jubilatoria) y cómo se reacomoda el tablero político en torno a la conformación de la Corte Suprema de Justicia en el contexto económico actual.
Para empezar voy a decir que un país es como una familia, aún en los peores momentos puede haber peleas hasta por quién se sienta del lado de la ventanilla.
Cero coma seis periódico
Después de que el Congreso le mostrara a Javier Milei cuántos pares son dos tercios de votos surgieron nuevas interpretaciones políticas. Por ejemplo, Mayans se entusiasmó con el juicio político al Presidente por desequilibrio psiquiátrico. CFK lo paró en seco: desestimó esa idea y en el mismo tuit, de paso, también rechazó la idea de Guillermo Moreno de que la actual vicepresidenta podría ser compañera: “Pericia psiquiátrica le vamos a pedir a los que dicen que Villarruel es peronista”.
Horacio Verbitsky da sus motivos sobre ese tuit: “La ex Presidenta cree que si el gobierno de Milei no se sostiene, como desean/vaticinan algunos entusiastas, lo que vendría sería mucho peor. Apuesta a imponerle correcciones del rumbo, pero no a derrocarlo, y es consciente de la debilidad de la fuerza propia en este momento”.
Carlos Pagni también atiende el tema de los ⅔, pero en otro sentido. Como ya sabemos, para él todo gira en torno a la designación de los nuevos miembros de la Corte. Lo que dice es que Milei no leyó bien la realidad política. En un país fragmentado es difícil juntar los dos tercios de los miembros presentes en el Senado que se necesitan para conformar el máximo tribunal. Los políticos se deberían poner de acuerdo y eso Pagni lo ve “incompatible con lo que se ha denominado polarización, fisura o grieta”. Por eso, Pagni dice que Milei se equivoca al pensar que puede meter los dos jueces que propuso, Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, tan fácilmente y agrega que el tablero político de hoy presenta “una escena muy rara” porque no hay una polarización sino “una fisura ideológica y una especie de archipiélago de grupos políticos, ya que cada bloque está a su vez dividido en sub-bloques”. En pocas palabras, Pagni cree que hay una gran crisis de representación de la que Milei se benefició, pero de la que también es víctima: “Propone iniciativas que no puede llevar adelante por el nivel de fragmentación. Lo curioso es que, con la postulación de Lijo, el Presidente también incurre en un conflicto que degrada la calidad de la representación”, dice Pagni que parece no estar de acuerdo con la postulación de Ariel Lijo.
El que se suma a la interpretación de la rosca es el periodista Iván Schargrodsky, que coincide con Pagni en que la decisión del Senado gira en torno a CFK. “La noticia de las últimas horas es que dos de los senadores a los que se señalaba como votos seguros en la Comisión de Acuerdos para el pliego de Ariel Lijo, como Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, están en modo wait and see lo que haga Cristina. En el caso de Tagliaferri, el argumento formal radica en la ausencia de mujeres. ‘No vamos a pagar un costo si los K no ponen los votos’, dicen en el entorno de Lousteau”. Son citas muy largas, pero valen la pena. Schargrodsky agrega: “CFK se replegó en las últimas horas, hizo entrar en crisis al Gobierno y volvió a tomar la centralidad del debate parada sobre sus 33 senadores. Según el oficialismo, el kirchnerismo pide la ampliación de la Corte para negociar las vacantes. ‘Es la garantía de que no salga nada’, dicen cerca de Milei. La Casa Rosada no está dispuesta a sacrificar a ninguna de sus dos propuestas aunque hace tiempo, en privado, reconocen la dificultad casi irremontable de García Mansilla. ‘La alternativa a esto es que lo corran a Santiago y venga Macri: ahí pasa a ser un problema de la Jefa’, reflexionan cerca de Caputo ante #OffTheRecord”.
En la edición pasada de País Difícil me preguntaba si lo que había pasado en el Congreso tendría que ver con el famoso “acuerdo básico entre las principales fuerzas políticas” del que había hablado CFK. Unos días después Gabriel Sued desde Cenital rechazó esa idea con tres argumentos:
Las elecciones de 2025 son vistas, en el reino de las incertezas que se inauguró con la asunción de Milei, como una instancia para que cada sector de la oposición se mida frente al resto de cara a 2027. Los comicios de medio término, con lógica distinta en cada uno de los 24 distritos del país, tienen un efecto centrífugo en el orden nacional.
En todos los espacios relevantes de la oposición las energías están puestas en dirimir las disputas internas y eso impide un diálogo orgánico con otras fuerzas.
La vigencia del antikirchnerismo como factor identitario y como eje organizador del tablero político obstaculiza un marco de alianzas disruptivo.
¿Se cancela entonces la idea de acuerdo político para ordenar al país? Como decía la abuela de una amiga de mi mamá, veremos a ver.
Pacto de la milanesa
Todo esto se da en un contexto económico desfavorable para el Gobierno: el crecimiento en V que no sucedió, el consumo en caída, los USD que no aparecen, la represión en las calles a los jubilados, entre otros indicadores de la crisis. Y Milei necesita de donde agarrarse, ¿será de Mauricio Macri? Pareciera que sí porque esta semana se juntó finalmente con Jorge Macri y sellaron un acuerdo. Nación le traspasó a CABA 31 líneas de colectivos. La Ciudad se hará cargo del programa Red SUBE de estas líneas lo que permitirá que se mantengan los descuentos del 50 y 75 por ciento en combinaciones de viaje dentro de las dos horas de iniciado el primer viaje. Axel Kicillof llamó a este acuerdo el “pacto de la milanesa” y dijo en conferencia de prensa: “El gobierno nacional le paga a CABA un fallo por una parte de la coparticipación que estaba en disputa. Entonces, le transfiere $81 mil millones de pesos y CABA con eso paga los 7.000 millones del subsidio más $1.700 millones del boleto integrado”, lo que significa que “en realidad lo paga el gobierno nacional y le da un plus al gobierno porteño”.
Esta semana me asusté con el Lijómetro y estuve a punto de llamar al técnico. Conté bien y no hizo falta, además tiene el mantenimiento preventivo y la calibración al día:
Saludos, Nico.